Me encanta esta hoja de los derechos del lector. Muchas veces recuerdos a los estudiantes y a sus familiares que se tiene que leer lo que apetece y la cantidad que apetezca. La lectura, más allá de ser un objetivo en la escuela, es una actividad de ocio y de ocupación del tiempo libre, y no debemos obligar a leer. Otra cosa es que una actividad escolar exija la lectura de un texto para cumplir objetivos como adquirir destreza, vocabulario, responder a unas preguntas, preparar una lección de un tema... pero cuando se trata de un libro... el que manda es el lector.
Por eso me gusta recordar los derechos del lector. Especialmente me encanta el de poder saltarse las páginas. ¿Qué pasa? ¿Que por haber empezado un libro tengo que leerme todas y cada unas de las páginas? ¿Y si está describiendo un campo de fútbol y me estoy aburriendo? Yo paso rápido a la parte que meten goles.
Eso sí, a ver si ahora vamos a pasar de la portada al "the end"...
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